lunes, 5 de marzo de 2012

Cuestionando los supuestos 1: "La educación debe estar controlada por el Estado"



Como mencionaba en un post anterior, hay muchos supuestos incuestionables que sostienen la estructura del sistema educativo. Incluso algunos que da pánico tan siquiera rozarlos. Pero la tarea es bajarlos del pedestal y por tanto darnos el permiso de jugar con ellos, de darlos vuelta, transformarlos, ver que pueden traer consigo estas cajitas cerradas durante tantos años...animarse a abrir y sorprenderse...y luego decidir si seguimos llevando el cofrecito o lo cambiamos por otro, pero ya desde una mirada conciente y responsable...esa es la diferencia..
Y el primer supuesto con el que me permito jugar es con ese que dice "La educación debe estar controlada por el Estado"
Pues bien, vamos a los orígenes del termino educar. Educar viene de educere...sacar afuera lo que está dentro. Sacar a luz lo que ya está ahi. Es curioso que se designe a los estudiantes entonces como alumnos (que no tienen luz) y que (me incluyo) muchas veces usemos este término por puro habito olvidando lo que significa. No. No educamos para dar luz a seres que no la tienen. Educamos para ayudar a que cada cual saque fuera su propia luz, que ya es, ya la tiene.
Bien, entonces..volviendo al tema de porque el Estado debería encargarse de sacar esta luz a relucir..¿que ocurría antes de que existiera el Estado moderno? ¿podríamos arriesgar que esos seres permanecían a oscuras, lejos de su propia luz durante toda la vida? ¿no eran educados? Si asi fuera..¿como fueron posibles todos los avances culturales durante miles y miles de años antes de esos insignificantes 300 años que tiene de historia el Estado moderno y los tambien insignificantes 2500 aprox. que tiene la primera ciudad estado? Antes de ese período, los hombres pudieron pensar, crear, construir, hacer ciencia, poesía, ingeniería, filosofía, astronomía,arte, arquitectura, matemáticas,medicina, teología...etc y mil etcs más.
La historia de la educación nos muestra como a partir del surgimiento de las sociedades complejas los fines de la educación han cambiado acorde a los intereses de reproducción y perpetuación de dichos sistemas. Y también es cierto que a partir de ese momento la educación es uno de los temas centrales de los asuntos de Estado.
En una socierdad como la griega por ejemplo, se contrataban personas especialmente dedicadas a instruir a los jovenes, los pedagogos...(los que acompañan y guian al niño) pero especificamente hablando de Atenas, donde el ideal de Estado era la belleza, el arte, la cultura (por supuesto que no de los esclavos sino de los esclavistas). En Esparta en cambio, donde lo importante era tener un buen ejercito se daba mucha importancia la educación física y los centros educativos eran parecidos a centro de reclusión bajo riguroso control del Estado. Sin embargo en Mesopotamia y el antiguo Egipto la formación estatal estaba dirigida a crear personas que ayudaran a controlar y administrar el territorio, recaudar impuestos, etc, dando lugar a la figura del escriba que era cuidadosamente preparado con esta finalidad.
En la edad media surge la pedagogía cristiana, que tiene como cometido transmitir los valores de la cultura que hasta hoy día conservamos en nuestra cultura cristiana occidental moderna y por eso el enfásis estaba puesto en la enseñanza de las escrituras sagradas y la formación moral del ser humano.
Pero mas alla de esto, todos los grupos, con o sin Estado, han educado, han transmitido su visión del mundo a los nuevos integrantes. La diferencia siempre radica en los fines que se persiquen. Y estos fines estan condicionados por una idea acerca de lo que es y lo que debe ser.
¿Podría considerarse a los sistemas educativos entonces como una suerte de fábricas de individuos con determinadas características, formas de ver y pensar, que se adapten a un modelo existente o proyectado?
La historia nos muestra que, nos guste o no esta metáfora, ha sido asi siempre.
¿Se puede escapar de nuestra cosmovisión para liberar la educación? Dificil tarea, justamente un paradigma se caracteriza porque somos inconcientes de su presencia.
Pero si podemos hacernos concientes de nuestra inconciencia...y eso ya es mucho.
Y que ocurre cuando nos hacemos concientes de eso? Nos volvemos más responsables.
Responsables de saber que tal vez estamos transmitiendo nuestros errores y horrores como verdades reveladas, creyendo inocentemente que el mundo que tenemos o deseamos es el mejor. Y esa responsabilidad nos lleva a confiar en la sabiduria propia de la naturaleza humana, dejamos de controlar, de insistir, de forzar.
¿Tiene entonces el sistema educativo que acompañar la finalidad circunstancial del Estado? No tengo la respuesta por supuesto...pero pienso si tal vez, siendo concientes de nuestra inconciencia, no deberiamos poner el acento en programas muuuucho más libres y que pongan énfasis en las habilidades esenciales para la vida: la creatividad, el disfrute, el juego, la curiosidad, la solidaridad y el amor?
Podriamos acordar tal vez algunas bases, que independientemente de los sistemas politicos o los gobiernos de turno, sean formadoras y estimulantes para que los seres cumplan con la finalidad de la educación, sacar fuera su luz?

2 comentarios:

  1. Basta con comparar las teorías clásicas del fundamento del poder, las de Marx, Durkheim y Weber, para ver que las condiciones que hacen posible la constitución de cada una de ellas excluyen la posibilidad de construcción del objeto que realizan las otras. Así, Marx se opone a Durkheim porque percibe el producto de una dominación de clase allí donde Durkheim (que nunca descubre tan claramente su filosofía social como en la sociología de la educación, lugar privilegiado para la ilusión del consensus) no ve más que el efecto de un condicionamiento social indiviso. Bajo otro aspecto, Marx y Durkheim se oponen a Weber al contradecir, por su objetivismo metodológico, la tentación de ver en las relaciones de poder relaciones interindividuales de influencia o de dominio y de representar las diferentes formas de poder (político, económico, religioso, etc.) como otras tantas modalidades de la relación sociológicamente indiferenciada de poder (Macht) de un agente sobre otro. Finalmente, por el hecho de que la reacción contra los representantes artificialistas del orden social conduce a Durkheim a poner el acento en la exterioridad del condicionamiento, mientras que Marx, interesado en descubrir bajo las ideologías de la legitimidad las relaciones de violencia que las fundamentan, tiende a minimizar, en su análisis de los efectos de la ideología dominante, la eficacia real del refuerzo simbólico de las relaciones de fuerza que origina el reconocimiento por los dominados de la legitimidad de la dominación, Weber se opone a Durkheim como a Marx en que es el único que se impone expresamente como objeto la contribución específica que las representaciones de legitimidad aportan al ejercicio y a la perpetuación del poder, incluso a pesar de que, encerrado en una concepción psicosociológica de estas representaciones, no puede interrogarse, como lo hace Marx, acerca de las funciones que tiene en las relaciones sociales el desconocimiento de la verdad objetiva de estas relaciones como relaciones de fuerza.

    ResponderEliminar
  2. Bourdier lo escribe aplicado a la pedagogía, es desde mi punto de vista aplicable a los medios de comunicación y a cómo se construyen desde el poder lo que se esconde llamándolo sentido común, o lo que es políticamente correcto, a lo que yo llamo IDEOLOGÍA DOMINANTE
    Marx decía que: en el momento en que el proletariado deje de ser clase en sí para transformarse en clase para sí es cuando están dadas las condiciones subjetivas para un salto revolucionario. Las condiciones objetivas están dadas desde el momento que el sistema capitalista no asegura todas las necesidades básicas del explotado y su familia.
    Lo que Marx establece como opción individual y colectiva subjetiva e invita a sublevarse, en realidad el planteo de Bourdier va más allá del de Marx ya que sostiene que a través de la pedagogía se ejerce la violencia simbólica de clase de forma objetiva. Entonces esa sublevación de clase tiene que tener de su lado a la pedagogía de clase como herramienta contrahegemónica, sino nos puede pasar como ha pasado que el consumismo instalado opere como marcha atrás de cualquier conquista.
    Renunciaríamos a la dialéctica del marxismo-leninismo si dejáramos la acción ideológica al plano de la práctica revolucionaria solamente, la teoría revolucionaria se nutre de ella, pero para elaborarla hay que generar conocimientos en forma sistematizada. Las organizaciones sociales deben incluir un plan de educación contínua, de sus propias verdades, de sus necesidades como organización.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...